Estamos pasando unos días muy difíciles, por momentos es complicado no sentirnos preocupadas o nerviosas ante las noticias y el panorama sombrío que el mundo nos está presentando. Lo único certero es que estamos en un entorno crítico de salud, financiero, de una gran incertidumbre y que nos es difícil poder controlar.

Justo ese punto es el que quiero tocar, a algunas personas como yo nos es más complicado estar tranquilas ante los cambios frecuentes, nos gusta poder tener el control ya que esto nos ayuda a planificar, a mantener un orden y organización para las doscientas cosas que debemos realizar. Sabemos de antemano las compras que debemos hacer para la semana, las fechas de pago, de los recibos de servicios o la pensión del colegio, planificamos lo que vamos a hacer el fin de semana, en las siguientes vacaciones o dónde estudiarán nuestros hijos. En resumen, estamos pendientes de ofrecerles los mejores momentos de desarrollo y diversión. ¿Se sintieron abrumadas? No era mi intención, sólo quiero hacerles notar que en estos días debemos bajar un tanto esa presión, planificar más a corto plazo, poner muchísima atención a nuestra salud y a la de toda nuestra familia, un día a la vez, con calma, con cariño y también con mucha solidaridad porque eso es algo que debemos mantener durante este tiempo de crisis.

Si tenemos la oportunidad de estar en casa, quiero pedirles que estemos alertas a algunas variables importantes, cuidemos mucho de nuestros pequeños, son héroes silenciosos que tal vez por su edad puede que no estén comprendiendo del todo la magnitud de lo que está ocurriendo pero que logran absorber como esponjitas y captan lo que su entorno le proporciona en temas emocionales y de desarrollo, notan nuestra alegría, nuestra tristeza y la preocupación que es imposible no mostrar en estos momentos. Sé que lo estamos haciendo, pero hay algunos detalles en que quiero enfatizar porque es importante mantener un adecuado estado emocional y continuar realizando actividades que nos generen un estado de salud general.

Primero, enfoquémonos en nosotras. Somos las mamás, las que primero debemos estar fuertes. Puede sonar egoísta, pero debemos estar fuertes para ayudar a los demás y para ello recuerdo las instrucciones de seguridad en los vuelos con el uso de las mascarillas de oxígeno: “primero debes ponértela tú y luego ayudar a los pequeños a colocársela”. En estos casos es similar, hay que mantenerse tranquilas, con empatía y mostrando una gran fortaleza y seguridad para transmitirle eso a nuestros pequeños proporcionando espacios para el juego, para desarrollar habilidades y estar juntos.

En esta ruta no es malo sentirse un poco cabizbajas, con desánimo, es natural por ser parte de nuestra empatía por lo que está pasando y también porque nos puede haber tocado la despedida de algún familiar, un amigo o un conocido. Tomemos estos momentos como naturales, nos sentimos mal porque nos impactan y estar tristes no es malo, regalémonos ese espacio también, es necesario.

Segundo, con respecto a nuestros pequeños, es importante preocuparnos por brindarles una buena alimentación, fortalecer su sistema inmunológico es vital para su desarrollo. El juego es otro elemento principal y aquí hay que ser muy creativas para diseñar actividades que lo hagan aprender jugando; es importante seguir creando actividades que permitan que nuestros pequeños sigan explorando y aprendiendo. Si sentimos que en algún momento nuestro repertorio se empieza a hacer rutinario podemos acudir con una especialista en educación que nos ayude a brindar nuevos mágicos momentos y también podemos recurrir a páginas web, libros o revistas.

Disfrutemos cada momento del día, juguemos, riamos y abracémoslos mucho y digámosle cuánto los queremos, que ellos se sientan felices y tranquilos, porque sabemos que estos momentos pasarán pronto y que luego de esta tempestad el sol volverá a brillar.

Por último, si está en tus manos hoy más que nunca debemos ser solidarios, ¿cómo hacerlo? Hay muchas personas que han perdido sus trabajos y están creando algunos emprendimientos, puedes darles una mano comprando sus productos, recomendarlos, buscarle una red de contactos, hasta puedes crearles una campaña en Facebook etiquetando a quienes crean les pueda gustar. También puedes revisar el trabajo de algunas instituciones de ayuda, conocer lo que realizan y la gran calidad de personas que son, si te es posible, puedes hacerles una donación para que continúen con su gran labor.

Recuerda: no podemos controlarlo todo, pero aquello que está en nuestras manos lo haremos con pasión, cariño y la perseverancia que nos caracteriza.